
Larissa Sepulveda Dorado
Publicado en Noticias EnAunque se anunció el inicio de las primeras obras, éstas solo contemplan adecuaciones a la infraestructura vial con una prolongación en el bulevar Enrique Sánchez Alonso como vía auxiliar de la avenida Álvaro Obregón, construcción que tendrá una duración de 8 meses, pero esto solo forma parte de una pequeña parte del proyecto total.
Se abrirá el bulevar Enrique Sánchez Alonso, por la orilla del río Humaya, interconectando tres calles que permitan la circulación del Metrobús, pues la ruta principal, iniciará desde la sindicatura de Aguaruto, bajando por el bulevar Emiliano Zapata con dirección hacia la avenida Álvaro Obregón girando hacia el norte con destino hacia la Loma de Rodriguera.
El director de vialidad municipal, Armando Valdez, señaló que, además de esta nueva vialidad, en Culiacán se corregirán problemáticas de pavimento, banqueta y semaforización para que, en conjunto, el Metrobús, transportistas y los conductores culichis, transiten de manera sincronizada y sin problemáticas.
La ciudad de Culiacán, con sus tantos años de ser fundada, lejos de tener una voz tipológica en su arquitectura que corresponda a su tiempo y contexto, se ha hecho de una fama al responder a peticiones excéntricas por gran parte de su población. Esto, dejando como panorama general, una imagen algo confusa y ruidosa.
Sin embargo, se pueden rescatar algunos iconos de la ciudad y utilizarlos como inspiración; tal es el caso de las propuestas para la estación del, ya aprobado, Metrobús en la ciudad de Culiacán.
Uno de estos elementos es el siempre aclamado, jamás pasado de moda, puente negro; un lenguaje de metal combinando con colores vibrantes, que nos recuerdan a este gran hito de la ciudad, no solo por las cuestiones formales, si no por el uso que también corresponde al de un medio de transporte que, a distinta escala, promete ser tan impactante como alguna vez lo fue el puente negro.
Información de: revistaportafolio.com y elsoldesinaloa.com